


Mónaco es pequeñísimo, pero parece sacado de un cuento de hadas. En el puerto solo se ven yates de lujo y que decir del casino de Montecarlo, es de película; limousines, porteros uniformados que se encargan de su aparcamiento, y del interior no digo nada, solo estuve en la planta baja, pero alucinas, los servicios son futuristas, automaticamente sin ningún botón ni nada por el estilo, el inodoro se cubre totalmente de papel y solamente acercando la mano a la pared, funciona la cisterna, se lleva el papel que cubría el water y se limpia con un desinfectante, quedando perfectamente limpio y perfumado. Cerca del casino está "El café de Paris", más asequible (según se mire) y la gente se juega unas cantidades imponentes. Yo por supuesto, solo miré. Cuando te vas acercando a Mónaco se ve Niza, que de noche con las luces, el paseo marítimo parece un collar de perlas. Como digo: el principado es minúsculo y no se si allí trabajará alguien, aparte de la servidumbre y demás de palacio, solo se ve lujo por todas partes, aunque me imagino que alguien se encargará de mantener todo aquello.